Sal y pimienta – Vampira
Sal y pimienta – Vampira
Protección contra un vampiro
Prácticas preventivas
Para evitar que un muerto se convirtiera en un vampiro, entre los celtas una era una de las prácticas más extendidas era enterrar el cuerpo cabeza abajo, como también colocar hoces o guadañas cerca de la tumba, para evitar que los demonios poseyeran el cuerpo o para apaciguar al muerto y que no se levantara de su ataúd. Con igual propósito los tracios y búlgaros antiguos acostumbraban amputar las extremidades, cortar los talones y tendones de las rodillas o perforar otras partes del cuerpo.
En Rodas e isla de Quíos (Grecia) se ponía una cruz de cera entre los labios del cadáver, así como una pieza de cerámica con la inscripción “Jesucristo conquista” para evitar que se convierta en vampiro o vrykolakas.
En Europa Oriental, era frecuente introducir un diente de ajo en la boca, y a veces en los nueve orificios corporales, de los muertos así como atravesarles el corazón con un objeto cortopunzante, antes de inhumarlos.En las regiones sajonas de Alemania, se colocaba un limón en la boca del sospechoso de ser un vampiro. Los gitanos clavaban agujas de hierro y acero en el corazón del cadáver y colocaban pequeños fragmentos de acero dentro de la boca, sobre los ojos, en las orejas y entre los dedos durante el entierro. También se introducían espino en el calcetín del muerto, le clavaban una estaca de espino en las piernas o rodeaban la tumba con una barrera de plantas espinosas.En Bulgaria, los arqueólogos han encontrado varios esqueletos de origen medieval con el tórax apuntillado con estacas de hierro, práctica común hasta principios del siglo XX, realizada para evitar que personajes considerados malvados regresaran convertidos en vampiros. En Polonia, se han encontrado enterramientos en los que los sospechosos de vampirismo eran decapitados y la cabeza colocada entre las piernas
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